Renovarse o morir. Una de esas expresiones que siempre vienen bien como muletilla. O para salir del paso en un silencio incómodo de esos que de vez en cuando encierran las conversaciones. Con “renovarse o morir” uno no corre riesgos innecesarios y siempre queda bien ante el interlocutor de turno. Y es que hay frases que encierran mucha sabiduría en poco más de cuatro palabras… Ya me lo decían en la Universidad los mismos profes que desde el primer momento me aseguraron que si quería vivir bien y tener dinero, me había equivocado de carrera: “Lo bueno, si es breve y conciso, dos veces buenos”. Y tenían razón. En ambas cosas. Aunque en mi fuero interno y con 18 años aún soñase con ser periodista. Y vivir bien. Pobre ignorante…
Lo cierto, y retomando el tema antes de perderme por los cerros de Úbeda, es que la expresión que pone título a este post adquiere una nueva dimensión cuando te conviertes en papá en prácticas de una bebé. Ya no se trata de renovarse o morir. Ahora es cuestión de renovarse para hacer reír a tu pequeña saltamontes. Porque sacarle una sonrisa es fácil. Pero hacerla reír a carcajadas ya requiere una dedicación diaria. Un tiempo de observación y un estudio de las reacciones. Una reinvención continua. Una renovación diaria del repertorio de ruidos y gags con los que sorprender y captar la atención de la bebé.
Qué exagerado, diréis. Y yo os contestaré que tenéis razón. Me gusta ponerle drama a la vida. Ya lo sabéis. Pero esto es así. Tal y como lo cuento. Ayer hacías silbidos en modo pájaro atrofiado y tu hija se tronchaba de la risa. A carcajada limpia. Y hoy vuelves con lo mismo y la peque responde con indiferencia. Mirándote con cara de “¿Quién es este señor y qué demonios hace con la boca?”. Y a uno no le queda más que reinventarse y probar con otros sonidos hasta que con alguno de ellos la bebé te devuelve una sonrisa picarona y sabes que has dado en el grano. Que es por ese flanco por donde hoy tienes que atacar para conseguir esa carcajada que te insufla la dosis de energía diaria.
Como consejo de papá en prácticas os diré que nunca rechacéis un sonido o unas pedorretas de rigor porque en el primer, el segundo o el tercer intento, vuestro bebé no muestre el más mínimo interés por vosotros. Recicladlo (ahora que está tan de moda reciclar) para días siguientes. Nunca se sabe cuando ese sonido puede provocar carcajadas a vuestro bebé. Ya sabéis, renovarse o no hacer reír. Y vale mucho la pena renovarse. Cada día. La carcajada limpia de un bebé es una de esas pocas cosas en la vida a las que es imposible poner precio.
BuggyMama
Cuando pasen unos meses ya verás como si que ríe si le gusta y pasa de ti en caso contrario (mi hija ya está en esa fase).
Pero siempre, siempre he podido recurrir a las cosquillas, el bichito tiene un montón… Así puedo verla reír a carcajadas siempre que quiero.
Saludos!
Un Papá en Prácticas
Imagino que cuantos más meses tengan más fácil será. Ahora que es tan peque hay que ir descubriendo poco a poco sus gustos. Y son tan cambiantes. Eso sí, su mamá y su papá hacen el tonto todo lo posible y más para que no haya días sin carcajadas!
Virginia
jajaja, eso nos pasaba al principio…según pasan los meses van dejando más claros sus gustos. Ahora Coquito se ríe mucho con su papa, antes sólo conmigo. Ahora él es su preferido par alos juegos y ya lo espera con una sonrisa sabiendo que va a jugar al pilla pilla, cucu-trastras….
Me acuerdo cuando tenía 4 meses que se reía cuando le comía los pies… qué tiempos!!
Un Papá en Prácticas
La pequeña saltamontes se ríe igualmente con los dos. Aunque uno, que no es tonto, se da cuenta de que chochea más con su mami. Y no me extraña! :-))
planeandoserpadres
Debimos tener los mismos profesores en la facultad de periodismo porque recuerdo a uno que el primer día de clase se quedó en silencio, haciendo como que contaba a los alumnos por grupos y cuando alguien le preguntó qué hacía dijo “Intento averiguar cuántos de los aquí presentes acabaréis trabajando como cajeras o reponedores en Mercadona”. Y este también tenía razón. Así es que mejor nos quedamos con la difícil tarea de hacer reír a carcajadas a nuestros bichillos.
Un Papá en Prácticas
jajajaja Al menos nos dará más alegrías que nuestra profesión. Eso por descontado 😛
PaternidadConApego
A mí hay una cosa que nunca me falla: acercarme a él haciendo como le voy a hacer cosquillas, pero con elevadas dosis de histrionismo, claro 😀 Meses ya utilizando esta técnica y ahí sigue, cargada de triunfos en forma de carcajada.
Un Papá en Prácticas
Usted ya tiene más que dominada la situación, compañero! 🙂 En nuestro caso tenemos que superarnos en nuestras tonterías día a día. A sus cinco meses, la renacuaja es muy exigente en lo que a humor se refiere 😛
portakanguritos
Buenos consejos para hacer reir a los peques! A la mia le gustan las pedorretas en la tripa, que me acerce a ella y me aleje… y es verdad q lo q le hace gracia un dia ya otro no y hay que renovarse para lograr carcajadas!
Un Papá en Prácticas
Son muy exigentes estas renacuajas de hoy en día… 😛
Mer
¡Ay! ¡Qué ganas de disfrutar de mi peque y robarle carcajadas! ¡Con lo mucho que aún me queda!
Un Papá en Prácticas
¡Ya verás como se pasa volando y ya mismo tienes ahí a tu peque para robarle sonrisas! ¡Un abrazo!
mamapuede
jaja, toda la razón!!! lo que hace un mes les partía de risa ahora ya nada… hay que innovar continuamente, pero oye… para eso estamos no? otra tarea de los papás y mamás.
Un Papá en Prácticas
En el fondo está bien que sea así, que si no nos acomodamos y no buscamos nuevas formas de hacer reír a nuestros peques 🙂 ¡Gracias por el comentario-1