
‘Por 13 razones’ no es la mejor serie que se haya hecho nunca. Tampoco parece pretenderlo. Pero si uno es capaz de obviar esto se dará cuenta de que se encuentra ante una serie necesaria. Muy necesaria. Prueba de ello es el efecto “boca-oreja” que ha conseguido Netflix con esta producción propia. Recomendación a recomendación han convertido a ‘Por trece razones’ en la serie del momento, en un tema conversación y, con ello, han puesto al acoso escolar en el centro del debate.
Porque ‘13 Reasons Why’, en su título original, es precisamente eso. Una serie sobre el acoso escolar y sus consecuencias en la vida de quienes lo llevan a cabo y de quienes lo sufren. 13 capítulos, en su primera temporada, que pese a algunas escenas duras deberían ser asignatura obligatoria entre alumnos de la ESO; 13 horas de metraje para ver en casa con los hijos adolescentes y para abrir a través de ellos la puerta al diálogo sobre un tema espinoso, tantas veces tabú, que en ocasiones se oculta y otras muchas pasa desapercibido. Que se lo digan si no a los padres de Hannah Baker, la protagonista de la serie.
Pese a los tópicos norteamericanos (las estrellas del baloncesto, el empollón y las cheerleaders) y pese a que por momentos la serie se vuelve un poco reiterativa, ‘Por trece razones’ engancha desde el primer capítulo y no te suelta hasta el último. Por el camino vemos la deriva de todos los compañeros de Hannah tras su suicidio, especialmente la de su protagonista, Clay Jensen, un joven inocente que de repente se siente invadido por la culpa, por el peso de unas decisiones que para bien o para mal pueden cambiar las vidas de quienes nos rodean, sobre todo cuando estas personas se encuentran en un pozo sin aparente salida.
Tal y como avanza la serie, lo que empieza pareciendo una tontería de juventud, una fanfarronería de chico guapo, acaba convertido en un acoso y derribo personal que nos deja ver la impunidad con la que actúan algunos, el dolor que generan los rumores, el acoso sexual al que se ven sometidas las mujeres, el daño que provocan los desprecios, lo letal que puede resultar que uno se crea con derecho a jugar con la vida de otro, con sus sentimientos y emociones.
Destacaría especialmente de la serie la evolución que experimentan los personajes capítulo a capítulo, cómo sus guionistas nos los van desnudando poco a poco, mostrando lo que se esconde tras la coraza que lucen en los pasillos del instituto. También, como suele resaltar la mamá jefa, cómo escenifica la incapacidad del sistema para proteger a quienes sufren acoso escolar, cómo se invisibiliza éste, se menosprecia, cómo una adolescente está pidiendo ayuda a gritos sin que nadie quiera o sepa escucharla. Y, sobre todo, de ‘Por 13 razones’ me quedo con su apuesta sin fisuras por un tema tan necesario, que necesita tanta visibilidad, también en el cine y en las series, como es el del acoso escolar.
Nueve meses y un día después
He empezado a verla y eso que yo soy de ver las series años después. Pero tal es el bombardeo jejeje. La verdad es que he visto capítulo y medio y es muy culebronera aunque con un tema de fondo muy serio. Para ver adolescentes puede estar muy bien, la verdad, aunque me queda mucha trama jeje.
Irene
Buenísima y recomendable…. Muy dura al final. Lo que parece una serie para adolescentes se convierte en una lección con mayúsculas sobre lo adaptables que son los menores ante la maldad y la injusticia. Al final tienen que sobrevivir, como pasa con los niños de los orfanatos y casas de acogida. Estas cosas han pasado siempre, sobre todo el acoso y derribo a las chicas, del que doy fe, pero está bien que ya se pongan sobre la mesa y tomemos cartas en el asunto.
Paloma de Patadita Blog
Me enganchó muchísimo esta serie. El slut shaming que sufre Hannah, es un acoso que solo vivimos las mujeres y que condiciona en muchos casos, nuestra vida para siempre.
yyoconestasbarbas
Ya te habrás escuchado el especial sobre la serie del podcast de Madresfera, ¿no…? 😉