
Diciembre es el mes de las recopilaciones, los resúmenes y las selecciones de lo mejor de 2019. Por lo que a mí respecta me voy a subir a la tendencia con esta selección de mis cinco álbumes ilustrados preferidos de 2019. Todos ellos son maravillosos, así que cualquiera puede ser un fantástico regalo para Papá Noel o los Reyes Magos. Porque hay mucha vida más allá de los juguetes…
La búsqueda de Colette (La casita roja)

La ilustradora canadiense Isabelle Arsenault acapara premios con cada uno de sus títulos. Y no es de extrañar. Con La búsqueda de Colette, publicado en España por La casita roja, ha vuelto a crear una novela gráfica redonda, un cómic divertido, tierno y encantador, maravillosamente ilustrado y editado, que es un canto a la imaginación, la inocencia, la amistad y la bondad infantiles. Y es que no hay límites para la imaginación (ni para la felicidad) cuando la inocencia se encarga de eliminar cualquier tipo de barrera mental entre la realidad y la ficción. Y si no que se lo digan a Colette y al grupo de amigos que crea a su alrededor mientras busca a una periquita imaginaria. Una delicia. Ha llegado a final de año pero es con todo merecimiento uno de los grandes títulos de 2019.
Cuando mamá llevaba trenzas (Bookolia)

Técnicamente este álbum ilustrado es de finales de 2018, pero el hecho de que haya recibido el Premio Fundación Cuatrogatos en 2019 me habilita para añadirlo a esta lista (y si no me habilita da igual, porque me gusta tanto que tiene que estar en ella). Cuando mamá llevaba trenzas, escrito e ilustrado por Concha Pasamar, es una joya. Un álbum breve, evocador y poético (tanto en su texto como en sus imágenes), que nos invita a viajar a nuestras infancias para compartirlas con nuestros hijos. Como hace la niña protagonista de la historia al encontrarse una caja llena de recuerdos que le permiten descubrir el mundo de la infancia de su madre y heredar un pasado lleno de recuerdos, de emociones, de sentimientos, de veranos que eran eternos, de pueblos en los que todos se conocían y constituían una gran familia, de meriendas de pan, mantequilla y azúcar, de días enteros pasados jugando en la calle. Concha Pasamar nos ofrece con este libro un billete a la nostalgia, a esos tiempos en los que, parafraseando a Manuel Jabois, “siempre fuimos más felices y estuvimos más vivos”.
El mar lo vio (Andana Editorial)

En esta auténtica obra de arte del escritor e ilustrador británico Tom Percival se unen dos factores que hacen de El mar lo vio un libro imprescindible. Por un lado sus ilustraciones, que incluyen referencias a algunas de las más de 125.000 obras de arte de la colección del Rijksmuseum de Amsterdam a las que se puede acceder online a través de la web del museo. Por otro, y fundamentalmente, la historia de esa niña que un día de tormenta deja olvidado su oso de peluche (que antes había sido de su madre y antes de su abuelo) en la orilla del mar y desde entonces se pasa la vida entera buscándolo mientras el mar, que lo vio todo, busca la forma de devolvérselo. Belleza, emotividad y lirismo en estado puro en un álbum que es una llamada a no rendirse.
Cinco minutos más (Blackie Books)

En su nuevo álbum ilustrado Marta Altés construye una bella, tierna y profunda fábula para indagar con gran acierto en la curiosa dualidad que se produce en la percepción del tiempo, un concepto maleable hasta el extremo como demuestra el hecho que parezca eterno para los niños mientras los adultos, que un día también fuimos niños y nos enfrentamos a su eternidad, nos pasamos el día hablando de su fugacidad y del tiempo que nos falta para llegar a todo. Cinco minutos más nos interpela a los padres en todo momento. Nos vemos reflejados en el padre del libro y vemos en sus hijos a los nuestros. Entonces caemos en la cuenta de que deberíamos vivir con menos prisas, al ritmo de nuestros hijos, que como demuestra el protagonista de la historia, saben mucho más del tiempo que nosotros.
Charlie y ratón (Impedimenta)

Hay autoras de literatura infantil que sólo con mencionar su nombre ya generan expectación. Es el caso de Emily Hughes, cuyas ilustraciones y textos se esconden tras clásicos modernos del álbum ilustrado como Salvaje (Libros del zorro rojo), premio Llibreter 2015, o El pequeño jardinero (Impedimenta). Las expectativas se cumplen sobradamente en Charlie y ratón, Premio Theodor Seuss Geisel 2018, un álbum en el que Hughes pone ilustraciones a la historia de la escritora norteamericana Laurel Snyder. Y se cumplen las expectativas por varias razones: en primer lugar, por la maravillosa edición, marca de la casa en Impedimenta. En segundo término, por las ilustraciones de Hughes, que son pequeñas obras de arte. Y en última instancia por la preciosa, divertida e hilarante historia, dividida en cuatro capítulos, con la que Laurel Snyder nos narra las aventuras de andar por casa de dos pequeños y entrañables hermanos en los que los niños van a poder verse muy reflejados.