No sé qué tiene Maramoto con su abuelo moderno (o qué tiene el abuelo moderno), pero lo cierto es que cada vez que se juntan, la pequeña saltamontes vuelve a casa con una cosa aprendida que repite sin parar. Se lo pidas o no. Y eso que por desgracia sólo se ven un fin de semana cada mes o mes y medio… Vaya por delante que el abuelo se vuelve loco en cuanto ve a su nieta y se pasa más tiempo tirado en el suelo, gateando con ella y haciéndole perrerías, que de pie, pero lo sorprendente de todo es la facilidad que tiene Mara para aprender cosas que él le enseña durante los fines de semana. Nosotros nos quedamos alucinados.
Así, cuando fuimos en agosto a pasar unos días de las vacaciones, el abuelo le enseñó aquello de abrir la boca diciendo “aaaaaaa” mientras te das golpecitos para que suene a ataque indio. Mientras estuvimos en Valencia, nuestra pequeña saltamontes se dejaba hacer por el abuelo, que le resultaba más gracioso. Pero en cuanto nos fuimos para Alicante y luego ya de vuelta en Madrid, Maramoto nos sorprendió poniendo en práctica su particular versión de la enseñanza. Ella, en vez de darse con la palma de la mano, lo hace con el dorso, pero el sonido le sale totalmente profesional. Quién sabe, igual nos saca de pobres doblando spaghuetti westerns…
Hace un par de semanas, de nuevo, volvimos a Valencia para pasar un finde y celebrar mi cumple con familia y amigos. Al regreso a casa nos dimos cuenta de que Mara había aprendido una nueva perrería de su abuelo. En este caso, en la versión original. el abuelo chocaba su cabeza contra la de la peque mientras le decía “a ver que nos damos un coco, un coco…”. Pues bien, ya en Madrid nos dimos cuenta de que en cuanto le decías “un coco”, la pequeña saltamontes acercaba su cabeza a la tuya para que ambas chocasen. Pero la cosa no quedó ahí.
Mientras nos meábamos de risa ante el descubrimiento, nos dimos cuenta de que la peque, tras chocar las cabezas, se tocaba la suya con la mano de forma reiterada. Al principio no entendíamos lo que hacía, pero luego caímos en la cuenta. El abuelo, tras chocar con ella, se tocaba la cabeza mientras gritaba “ay, ay, ay…”, algo que le hacía mucha gracia a nuestra pequeña. Así que ahora era ella la que adoptaba el papel del abuelo y tras darnos el coco, se tocaba la cabeza imitándole. A su manera, eso sí. Y todo ello aderezado con esa sonrisa de seis dientes y palas separadas que le da un aire de pilla que uno tiene que controlarse para no pegarle un bocado…
¿Aprenden muchas cosas vuestros peques de sus abuel@s?
BuggyMama
Jajajaja! Qué graciosa! Me la como!! Al bichito le pasa igual, y también tiene un abuelo moderno bastante payasete que le enseña esas cositas…
Un abrazo!
Un papá en prácticas
jajajaja Si es que estos abuelos modernos son la leche! La de cosas que le enseñan a nuestras peques!
Y, además, mamá
Ay ¡pero qué mona! Me encantan esos truquitos que aprenden 🙂 Yo le he intentado enseñar lo de los indios pero no hay manera, jajaja. Lo que sí me ha funcionado es frotarnos las narices dándonos besos de esquimal y besos de mariposa con mis pestañas, eso le encanta.
Y ahora le digo que voy a decirle algo al oído y se queda maravillado. Siempre le susurro que le quiero mucho y se deshace. Pruébalo y me dices 😉 Me encanta
Un papá en prácticas
Te prometo que lo he intentado hoy (lo de susurrarle al oído) después de leer tu comentario, pero no ha habido manera. A Mara le gusta la acción y los gritos, nada de susurros. Al menos de momento 😛
Sonia (la mamá de Álvaro)
Q graciosa Mara aprendiendo cosas de su abuelo. Los niños son esponjitas y aprenden todo lo que ven y como les haga gracia más!
Alvaro disfruta muchísimo de sus abuelos y aprende todas las chorradas q le enseñan. Y a mi me encanta 😉
Un papá en prácticas
Es que son momentos muy chulos. A mí además, como ve a mis padres de mes en mes, me resulta todavía mucho más entrañable todo. Me encanta verlos juntos!
yderepentesomos3
Yo alucino con la relación que tiene mi sobrino con mi padre, está loco por él, hasta en la escoleta el día de la familia cuando le vieron le dijeron “hombreeeeee por fin conocemos al abuelo Antonio”. Pensaba que la relación sería así porque es un niño y en mi casa éramos dos niñas, pero viendo la relación que tiene ahora con Morlita se que va a ser exactamente igual, Morlita ya le tira los brazos que da gusto! Y el abuelo pues explicándole todo lo que ve para que vaya aprendiendo! Y con la abueli Lola pues tres cuartos de lo mismo! Morlita mueve las muñecas y las manos con un arte que el otro día viéndolas juntas ya se de donde lo ha aprendido!!
Un papá en prácticas
Si es que es tan especial la relación de los abuelos con sus nietos… A mí se me cae la baba viéndolos. Ellos rejuvenecen 20 años de golpe. Y los nietos se lo pasan pipa. Es una gozada!
Raquel, Eldiariodetumami
Jajajajaja yo llevo meses intentando que haga el indio y nada! Mi madre un día lo consiguió pero no lo volvió a repetir. Y lo del coco si lo hace jajajaja también aprendido por la tia… Que abuelo más molon tiene!!!
Besotes
Un papá en prácticas
jajajaja Estos renacuajos son auténticas esponjas! Ya verás como el vikingo ya mismo está haciendo el indio! ¡Un abrazo, compañera!
Virginia (Mamá y su Coquito)
jajajaj estos abuelos…. pues el abuelo paterno de coquito se enseño lo mismo hace unos meses y un día casi me abre la cabeza mientras la sentaba en el mostrador del corte ingles!!!!
También le enseña a poner caras feas a la gente…¡¡qué le vamos a hacer!!
ESta Maramoto os seguirá sorprendiendo…seguro!! un beso
Un papá en prácticas
jajajajaja La verdad es que cuando lo hacen y repiten lo que les enseñan, te quedas loco! Nosotros nos meamos de risa con la renacuaja! Aún nos queda por sorprendernos, aún… 😛 ¡Un abrazo!
Aneta
Jejeje estos yayos valencianos son la pera! Aitana es una yonki de la hierbabuena. su yayo con menos de un año se la daba a probar siempre que ibamos a su casa. Pero no nos hemos quedado ahi….rosas, geranios….En Toledo tenemos una hierbabuena valenciana y cada vez que sale a la terraza la cata….es mi homenaje en la distancia…
Que tal el cambio de aires? Ya estais por el sur? Mucho ánimo!
Una valenciana en Toledo
Un papá en prácticas
Si es que estos abuelos valencianos son muy grandes! Lástima que nos queden tan lejos :-))
Si no pasa nada, entre el 10 y 15 de octubre estaremos por el sur de Madrid. Nueva ciudad, nuevos aires y nuevo piso. A empezar de nuevo 🙂
¡Un abrazo!
Paula
Ay, los pobres abuelos se están perdiendo esa fase de aprendizaje de Mopito, qué penita. Aunque tengo que decir que muchas veces los abuelos se atribuyen más mérito de la cuenta, que los nietos hacen cualquier tonteria delante suyo y enseguida se autoconvencen de que se la han enseñado ellos o_O
Un papá en prácticas
jajajajaja También es verdad! Los míos también se pierden muchas cosas. Al final sólo la ven un fin de semana cada mes/dos meses, por eso les tengo el móvil hasta arriba de mandarles fotos y vídeos por whatsapp 😛
pequeboom
Y tanto! Mi madre le enseñó a decir adiós y su versión es de lo más flamenca. Qué maravilla los abuelos y qué pena que estén lejos!
Un papá en prácticas
jajajajaja A Mara le pasa igual con el adiós. Hace un gesto de lo más curioso! Para comérselas!
Baberos Y Claquetas
¡Los abuelos son geniales y muy necesarios! Vikingo ve poco a la abuela, mi madre vive lejos y nos vemos cada 3 meses o así, pero hablamos todos los días con ella y repite “cua cua cua cua” cada vez que la escucha por teléfono, le encanta el sonido de los patos que le enseñó no se que tendrá. Abrazos!
Un papá en prácticas
La verdad es que es difícil de explicar el vínculo tan molón que se crea entre ellos. Es una pasada. Y por poco que se vean. No nos queda más que quedarnos embobados 🙂