Los mejores planes no suelen estar planificados. Algunas de las mejores visitas a exposiciones que he realizado junto a la mamá jefa en los últimos años, tampoco. Hace un par de findes tuvimos otro ejemplo de esta máxima. Caminando hacia el evento Todo Papás Loves Madrid, en el que participé en una interesante mesa redonda sobre conciliación, pasamos por delante de la Biblioteca Nacional. Y, como siempre que pasamos por allí, nos quedamos admirando ese imponente edificio que esconde tanta sabiduría en su interior. En nuestra panorámica visual, nos topamos con el cartel de una exposición gratuita que acoge la Sala de Guillotinas del Museo de la Biblioteca Nacional, “Hansel y Gretel en la biblioteca de chocolate“. Ya teníamos plan para la tarde.
A la mamá jefa y al papá en prácticas nos fascina la Biblioteca Nacional, saber que caminamos entre tesoros de incalculable valor, tener la impresión de estar paseando por un lugar que esconde en su interior gran parte de nuestra historia cultural. La sensación que sentimos ambos cada vez que entramos en ella es difícil de explicar. Igual es sólo una tontería nuestra, pero lo cierto es que el lugar nos impone y nos fascina a partes iguales. Esta fue la primera vez en que la visitamos desde la llegada al mundo de Maramoto. Imagino que ella no sentiría nada de todo esto que cuento, pero me gusta pensar que con excursiones en familia como ésta, poco a poco vamos inculcando a nuestra pequeña saltamontes el amor por la cultura.
Lo que sí sintió Mara fue curiosidad. Como siente por todo. Y muy especialmente cuando los lugares están especialmente diseñados para eso, para despertar la curiosidad de quienes los visitan. Hansel y Gretel en la biblioteca de chocolate es una exposición para todos los públicos, para todas las edades. Para los más mayores, porque es una invitación a un viaje al interior de uno de los cuentos más emblemáticos de los Hermanos Grimm, un clásico imperecedero de la literatura popular. Para los más pequeños, porque todo está pensado y dispuesto para ellos. Las vitrinas quedan a su altura, hay un rincón chulísimo con rollo de papel continuo, mesas bajitas, sillitas y todos los colores del mundo para dibujar (las paredes están llenas de dibujos de niños que simbolizan la historia de Hansel y Gretel) y, además, hay una particular adaptación de la casa en la que quedaron encerrados los hermanos que invita a los pequeños (y no tan pequeños) a adentrarse en su interior para, a través de la imaginación, sumergirse en el cuento.
En la exposición que acoge la Biblioteca Nacional sobre este clásico publicado por primera vez en 1812 en un volumen de cuentos titulado Cuentos de niños y del hogar, se ofrece una cuidada selección de cerca de 200 ediciones del cuento de los Hermanos Grimm publicadas en lengua española con diferentes títulos, y se acompaña a ésta con un recorrido en vídeo por las adaptaciones cinematográficas de la obra y una serie de ilustraciones de diferentes artistas españoles cedidas para la ocasión. Una auténtica gozada que nos acerca a una historia que más de doscientos años después de su publicación, y sin haber perdido un ápice de vigencia, nos sigue hablando del hambre, del atractivo del peligro, de la crueldad anti-natural de los padres.
Nosotros la disfrutamos mucho. Maramoto, a su manera, también. Si vivís en Madrid o viajáis a la capi, ya sabéis, en la Biblioteca Nacional, hasta el próximo 12 de abril, tenéis plan: Hansel y Gretel en la biblioteca de chocolate.
yyoconestasbarbas
Tus recomendaciones siempre son acertadas, así que igual nos acercamos, si podemos. 🙂
Un papá en prácticas
Maramoto se volvió loca con los colorines y el papel para pintar. Y nosotros disfrutamos más de la exposición en sí. Muy recomendable. Y además gratuita 😉
Y, además, mamá
¡Qué bonito! Tiene muy buena pinta. Los cuentos de los Hermanos Grimm son preciosos y seguro que había ilustraciones de todo tipo. La pena es que no tenían la casita de caramelo y chocolate de reclamo, jeje. Ahora bien, la historia es terrible, siempre lo he pensado, menudos padres. No sé si se puede contar a los más pequeñitos.
Un papá en prácticas
La verdad es que la historia de Hansel y Gretel para peques lo que son peques, no es. Un poco dura para ellos. La casita estaba reproducida (de aquella manera) y por la parte de fuera (blanca) se reproducían imágenes de caramelos y gominolas. Por dentro estaba llena de libros y de cojines con estampado de caramelos. No daba el pego, pero al menos lo han intentado, jajajaja
Carol
Gracias por la recomendación! Nos pasaremos seguro 😀
Un papá en prácticas
Ya me contarás qué tal 😉
nuestrocachorro
Parece preciosa!! me la apunto por si nos acercamos alguna vez 🙂
Un papá en prácticas
Muy recomendable!
Paula
Qué chulo! Jo qué penita yo me lo pierdo!
Un papá en prácticas
No te quejes que te vas de playas por el paraíso… 😛
Planeando ser padres
Los de la capital disfrutáis de eventos muy culturales y muy chulos. Si yo contara mi experiencia en la Biblioteca Nacional, ¡ay, me llevarían presa!
Un papá en prácticas
jajajajaja ¡Cuenta, por favor, cuenta! En Barcelona tampoco vais escasos, ¿eh? No te quejes! 😉
Raquel, eldiariodetumami
Joup en Madrid hay de todo
Un papá en prácticas
De todo menos playa, Raquel. Y no sabes cómo se echa de menos la playa… 😉
Aneta
Buen plan! A ver si la lluvia nos da tregua y nos acercamos! Gracias Adrián!
Besets
Un papá en prácticas
Ya me contarás qué tal la experiencia. La lluvia parece que ya nos da una tregua 😉